(Reproducción de la pintura original al óleo)
Al igual que la demás obra de retrato de Belén Berdeja, esta pintura representa una entidad mágica que envuelve las fuerzas naturales a las que estamos tan íntimamente relacionados los seres humanos, como las corrientes marinas o las estaciones.
Su nombre, Resiliencia, habla sobre la capacidad inexplicable de anteponerse a cualquier adversidad en la vida, manteniendo una inefable fuerza interna. Esta obra, creada en el contexto de la pandemia, representa también a la humanidad dentro de una etapa de tremenda dificultad. Es un recordatorio de nuestra fuerza, un símbolo de la esperanza que nos une como especie, y una nota personal de la artista para todos los creadores: seguir creando y aportando belleza al mundo es poner un granito de arena en estos tiempos difíciles.