Volví a Guatemala este abril 2021, después de 5 años de haber estado por primera vez en el volcán Acatenango con las ganas de poder presenciar el Volcán de Fuego.
Esa vez del 2016, fue mi primera experiencia con un volcán activo siendo algo que llegó muy dentro de mí y en ese momento nació una pasión y necesidad de saber más de ellos. Y así comenzaron las caminatas hacia sus cumbres y poder admirar los cráteres.
Para poder presenciar este volcán fueron un poco más de 4 horas de caminata para llegar al punto del campamento y sólo tocaría esperar la noche para poder observar el fuego que era expulsado del cráter. Ver este fenómeno a unos pocos kilómetros y después escuchar el rugido hace que el corazón se acelere.
Tocará volver, porque siempre hay que volver a esos lugares en donde cambió tu vida.
Esta fotografía está en una serie de 30 fotos que van firmadas y seriadas, junto con el certificado de autenticidad.